Con un poco de tiempo, dedicación y un mini espació podemos disfrutar perfectamente de un bonsái. Los más fuertes para principiantes son: ficus nítida o el ficus benjamina. Siempre y cuando estén en un clima de inviernos suaves como por ejemplo en un clima litoral mediterráneo.
Atenciones:
Riego: Son plantas educadas en recipientes muy pequeños con poco sustrato y esto significa que el agua de riego se evapora muy fácilmente. Depende del lugar, de las condiciones climatológicas de si están creciendo o pasando por una parada invernal, de la exposición que tengan, del tipo de planta que sean etc, necesitaran más o menos agua pero generalmente en otoño cada 3 o 4 días y en verano 2 veces diarias.
Es aconsejable regarlos por inmersión hasta que la tierra este bien húmeda o con una regadora con un riego tipo lluvia para que no se caiga la tierra.
Tipo de agua: si se trata de un bonsái propio de nuestro clima con agua del grifo y si se trata de un árbol de clima nórdico, por ejemplo, con agua embotellada o del aire acondicionado. No se aconseja agua destilada es muy pobre.
Exposición: Resguardados del viento y del sol procurando una humedad elevada.
Abonos: Hace falta añadir regularmente fertilizantes naturales y abonos químicos especiales para bonsáis con dosis bajas, también microelementos.
Sustrato:
Si se trata de un bonsái propio de nuestro clima se aconseja tierra universal.
Si se trata de un árbol de clima frío mejor utilizar tierra ácida, tierra especial para hortensias, rododendros, azaleas etc.
Existe tierra especializada para bonsáis.