El olmo es una especie de árbol que es fácil de formar, por lo que podemos decir que es adecuado como bonsái.
Los olmos son fuertes y no sufren prácticamente plagas ni enfermedades. Pero sus ramas se secan fácilmente si les falta humedad, abono, luz solar (especialmente necesitan sol las ramas principales) y ventilación. Los olmos necesitan estar a pleno sol salvo en climas litorales mediterráneos, climas áridos, secos que deberán protegerse del sol intenso sobretodo en verano.
Los olmos requieren la práctica de pinzadas, sobretodo podas de aclareo para que la copa esté bien ventilada y en consecuencia saneada.
Se trata de una especie de árbol muy cercana a la vida de los japoneses. La madera de dicho árbol no puede faltar para construir los templos, santuarios Sintoístas, los edificios de grandes dimensiones. El olmo bonsái es el árbol japonés por excelencia.