Su flor es parecida a la Cala. Para cultivar bien una planta es necesario averiguar su procedencia, así intentaremos ofrecerle unas condiciones similares a su país de origen. Y es que la clave del buen jardinero/a es intentar simular al máximo la naturaleza de cualquier vegetal.
La Costilla de Adán o Monstera es originaria de México y Centroamérica, donde de manera natural, trepa por los árboles. Se adapta correctamente a ambientes menos tropicales que los de su origen. Con esta información ya sabemos que en un clima mediterráneo litoral, puede vivir todo el año en el exterior, siempre y cuando esté en un sitio protegido cosa que no se acostumbra a practicar pues se ha considerado durante muchos años una planta de interior clásica. Y, está claro que no debemos cortar nunca sus raíces aéreas, en la naturaleza las dispone al aire libre entre troncos, son decorativas y mejoran la vida de la planta.
Sus hojas perennes se van hendiendo (rajando, abriendo) con la luz y el tiempo. ¿Y sabes por qué lo hace? Es que la naturaleza es brutal !!!! Pues quiere engañar a sus depredadores, les quiere demostrar que si sus hojas están rajadas es porque algún animal ha empezado a comérsela pero no ha terminado de hacerlo pues ha muerto en el intento. Quiere dar a entender que es tóxica cuando no lo es.
¿Sabías qué sus frutos son riquísimos en climas semi tropicales y que puede alcanzar una altura de 4/5 mts?
¿Cómo cuidarla?
Es una planta fácil de cuidar, pues es fuerte, siempre y cuando este en una zona adecuada. Necesita un excelente drenaje. Una buena tierra. Si queremos que florezca debe disponer de sol y de un espacio cálido y resguardado. Mejor disponer de pleno sol que sol y sombra. Puede vivir perfectamente a la sombra pero nunca florecerá. A más calor, más flor.
¿Si siempre ha estado en el interior, que debo hacer para sacarla al exterior y que me florezca?
Los cambios de exposición o de temperatura, se deben hacer gradualmente. Si está en el interior, en primavera cuando las noches ya no refrescan se puede sacar al exterior y dejarla a la sombra y en otoño la exponemos al sol y la dejamos siempre aquí, si el espacio es protegido, no frio, y con un clima mediterráneo litoral o un clima más caluroso aún.