-Debemos mejorar las tierras con estiércoles bien fermentados, con compost de buena calidad, sustratos libres de semillas de malas hierbas.
-Mantener todo el año la tierra limpia, libre de malas hierbas. No dejar que estas florezcan.
– Preparar la tierra meses antes de la plantación si es posible.
– Cavar la tierra varias veces antes de la plantación definitiva.
– Durante el cultivo ir eliminando las hierbas antes de fructificar
– Inmediatamente después del cultivo cavar la tierra profundamente.