Y de paso le explicaría como se cuida un rosal.
La clave del éxito para cultivar un rosal es:
– comprar rosales de calidad.
– no plantar un rosal allá donde haya estado plantado otro durante más de 6 o 7 años.
– un suelo fértil: abono rico en fósforo y potásio y un poco de magnesio. Le encanta el estiercol de cavallo. La aportación de abono debe aplicarse en invierno y en época de crecimiento. En el mercado existen sustratos y abonos especiales para rosales.
– un exposición de sol, cuantas más horas de sol mejor.
– riegos moderados.
– un suelo muy bien drenado
– una posición ventilada, así no sufrirá plagas ni enfermedades
– hay que eliminar frecuentemente las rosas marchitas para que broten de nuevas. Si las dejas consumen energía en lugar de producir de nuevas.
Si queremos mejorar estéticamente los rosales y obligarlos a reflorecer, cortaremos las flores marchitas siempre lo más abajo posible.
-Hay que podarlos todos, ya que así se rejuvenecen. Una poda severa pasada la Navidad y continuada durante cada año alarga la vida del rosal y que dure más de 100 años!!!
-Los rosales aguantan bastante la sequía, necesitan agua especialmente cuando tienen flor. No regar ni flores ni hojas ya que favorece la aparición de hongos.
– Hace raíces muy profundas y vigorosas.