Aquellas plantas más espectaculares por su cromatismo, son las procedentes de países nórdicos con aguas y suelos acidófilos (liquidámbar, hortensias, rododendros etc). Pero si estos vegetales los plantamos en un clima mediterráneo en zonas calcáreas, el resultado acostumbra a ser muy mediocre:
– Coloraciones de otoño muy pobres
– Crecimiento escaso
– Hojas secas a partir de junio
– Todo tipo de enfermedades
Detallo soluciones:
Existen soluciones para mejorar los resultados siempre y cuando los jardines no estén en zonas de tierra ácida, es el caso del Montseny por ejemplo.
Soluciones:
– 1. Utilizar tierra para plantas acidófilas y disponer de tratamientos de aguas mediante osmosis inversa.
– 2. Disponer de tratamientos mediante inyección de ácidos para controlar el pH y tierras acidófilas.
– 3. Cambiar nuestra tierra calcárea por arena preferentemente silícea, practicando grandes hoyos (mínimo según variedades 2m3) Mezcla aconsejada: 90% arena silíce,10% turba compostada o similares de calidad y agrosil más abonado químico.
Arenas: La incorporación de arenas en las plantaciones mejora muchísimo los resultados en todos los aspectos: crecimiento, drenajes, estabilidad, floración, saneamiento, color otoñal…. incluso para plantas autóctonas.