Son fáciles de reproducir (por acodo), resistentes al viento del mar, a la poca tierra, a la contaminación y a la sequía. Se pueden exponer al sol o a la sombra. Libres de plagas y enfermedades. Su talón de Aquiles es el exceso de humedad especialmente si es en invierno y el frío (los vientos del norte). En un clima litoral mediterráneo aguantan perfectamente el frío invernal.
Existen muchas clases, el más elegante es el ficus rubiginosa con hojas parecidas a la magnolia, los que aguantan más el frío (de un clima mediterráneo litoral) son: el ficus nítida y el retusa y los más comerciales son: el benjamina y el elástica. La lista de tipos de ficus es infinita.
Se pueden cultivar como bonsái, como planta de interior, como planta de exterior, como árbol o como pantalla vegetal.