Las cortinas de flores que despliega el Trachelospermum jasminoides, conocido como jazmín chino o de leche, no solo son capaces de embellecer paredes, celosías y pérgolas en jardines y terrazas, como sucede con otras trepadoras, sino también de crear una deliciosa atmósfera perfumada. A ese doble valor se suma su inigualable capacidad para potenciar la dimensión vertical, un aspecto clave sobre todo en espacios pequeños.
Cuando florece, esta trepadora de follaje perenne se cubre de perfumadas estrellitas blancas en forma de hélice y con los pétalos curvados, contra el fondo verde brillante de sus hojas coriáceas. El follaje desarrolla tintes dorados o rojizos en los meses más fríos del año. Estas cualidades, además de su moderado vigor, su resistencia a las heladas y lo fácil que resulta controlar su crecimiento mediante una poda ligera de las ramillas débiles o mal situadas, la han convertido en una de las trepadoras más fiables y por lo tanto más utilizadas. Se puede utilizar incluso como cubresuelos.
Al principio, el jazmín chino o de leche (Trachelospermum jasminoides) crece lentamente y necesita ser sujetado y guiado en el soporte, pero pronto comienza a enredarse por su cuenta. Puede llegar a superar los seis metros de altura. Deja de crecer cuando no tiene por dónde escalar. Cuenta con la distinción AGM (Award of Garden Merit) de la Royal Horticultural Society por sus cualidades jardineras.• Floración: Primavera, verano e incluso otoño.
• Exposición: Pleno sol y semisombra en las zonas más cálidas. Protegida del viento seco y caliente.
• Rusticidad: Soporta hasta -12º (zonas 8-11).
• Suelo: Bien drenado —un aspecto clave—, humífero, de riqueza media o alta, profundo, fresco.
• Riego: Regular en verano en climas secos. Más espaciado en invierno, dejando que se seque la superficie del sustrato.
• Abono: Abono orgánico al final del invierno. Quelatos de hierro si el follaje se viera clorótico.
• Plagas: Pueden atacarlo las cochinillas cerosa o algodonosa, aunque en general es muy resistente a las enfermedades y plagas siempre que disfrute del suelo adecuado.
• Poda: Si fuera necesario se puede podar ligeramente al final del invierno.
• Maceta: Sí, aunque se desarrollará menos. Se debe vigilar el riego especialmente durante los meses más cálidos para evitar que se seque el sustrato. En invierno debe ser más espaciado.
• Variedades: ‘Variegatum’ (AGM), con hojas con los bordes blanco crema, que se vuelven rojizas con el frío en otoño e invierno; produce menos flores y no es tan vigorosa como la especie tipo. ‘Tricolor’, más compacta que la anterior y con hojas rojizas durante todo el año.